La política
monetaria que actualmente se está llevando a cabo tiene como objetivo prioritario
controlar la inflación y utiliza la tasa de interés como variable operativa influyendo
en la demanda agregada, llámese consumo e inversión. La autoridad monetaria,
responsable de esta política, define una
tasa de interés de referencia y luego administra los agregados monetarios de
manera tal que la tasa de interés interbancaria sea igual que la tasa de
referencia.
Esta estrategia
se viene utilizando en la economía peruana desde el año 2002. Una fortaleza de
este sistema es que los mercados financieros no se ven afectados por la
variabilidad de la demanda de dinero que dicho sea de paso produce una alta
variación en la tasa de interés interbancaria y mucha incertidumbre financiera.
En el cuadro de la derecha de la figura
1 se puede observar que la desviación estándar de las tasa interbancaria
promedio mensual es bastante reducida o mejor dicho casi inexistente.
FIGURA Nº 1
Figura
tomada del resumen informativo Nº 25 BCRP del 21 de junio 2013
Sin embargo una
debilidad de esta estrategia es que el ente emisor se ve obligado a aplicar una
política monetaria “discrecional”, lo que significa que emite dinero de manera no
sistemática con la finalidad de controlar la tasa de interés y así influir en
la demanda agregada y en la inflación, como dijéramos anteriormente, pero el
riesgo es que se emita más dinero que lo que realmente se demanda generándose
procesos inflacionarios.
Hace unos días
una noticia circuló en muchos diarios capitalinos convirtiéndose en tema de debate. Se trataba de lo siguiente:
el índice de precios del consumidor en el mes de julio del presente año,
comparado con el del mismo mes del año anterior, aumentó en un valor de 3.24% superando el límite
superior de la meta explícita de la inflación en tanto que la inflación
acumulada al mes antes mencionado alcanzó una cifra de 2.21%.
Ahora bien, si se
quiere cumplir con el límite superior del 3% en los meses que quedan hasta fin de año, la inflación debe ser
de 0.77% lo que significa que en cada
uno de los cinco meses ésta debe ser cómo máximo 0.15%. Esperemos que sea así.
Todo este
razonamiento es en base al 3% y así no debe ser realmente, puesto que la meta
es 2% y no 3%. ¿No podría haber sido al
revés en el sentido que debemos estar cerca al 1% que es el límite
inferior?¿Por qué bordeamos siempre el 3%. Veamos estadísticas.
FIGURA Nº 2
En la figura 2 tenemos la inflación anual desde el mes de enero del 2006 hasta junio del 2013.
Como se puede apreciar en los últimos siete años la inflación osciló intensamente
con un fuerte pico hacia finales del año 2008. Luego disminuyó fuertemente en
el año 2009 justo en que la crisis financiera internacional nos afectaba
intensamente. Sin embargo a partir del 2012 nuevamente la inflación tomó una
tendencia creciente hasta el 5% aproximadamente (diciembre 2011).
FIGURA Nº 3
En la figura 3 tenemos la inflación menos 2%. Se aprecia que el área debajo de la curva
cuando ésta es positiva es mucho mayor que el área arriba de la misma cuando
ésta es negativa, lo que significa en buen romance que en la mayoría de meses,
la inflación anual superó la meta explícita del 2%.
Se puede
concluir que la estrategia que sigue la autoridad monetaria no está dando
resultados positivos dado que no cumple con la meta explícita del 2%. En
adición, por usos y costumbres ha asumido que la meta es 3% y aun así la
inflación sobrepasa este valor en la mayoría de los casos.
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