En la economía peruana se aplicó la
administración de los agregados monetarios hasta el año 2002. Ésta tiene como
objetivo controlar la inflación a través de una meta intermedia que consiste en
la emisión de dinero de tal manera de satisfacer el requerimiento de liquidez
de la economía[1], dejando libre la tasa de
interés interbancaria de tal manera que ésta se forme por medio de la oferta y
demanda de dinero en el mercado de reservas bancarias. Al asumirse que la
demanda de dinero es bastante estable entonces la tasa de interés de equilibrio tendría
una mínima variabilidad. Una característica de este sistema consiste en que la
autoridad monetaria no tiene discrecionalidad monetaria y emite dinero
siguiendo una regla que consiste en que este agregado monetario crece a una
tasa constante independientemente si la tasa de interés está aumentando y
disminuyendo. A continuación se efectuará un resumen de la lógica del sistema
monetario antes mencionado[2]
así como una crítica desde la perspectiva de la Escuela Austriaca de Economía.
El objetivo de la política monetaria es la
estabilidad monetaria a través de la formulación de una meta intermedia que
consiste en la tasa de crecimiento de la base monetaria o emisión primaria[3]
argumentándose que existe una estrecha relación entre la inflación y el
crecimiento de la emisión de dinero. La meta del crecimiento del dinero se basa
en las proyecciones de la demanda de dinero,
de la inflación y del Producto Bruto Interno. La base monetaria H[4]
está compuesta por el circulante ( C) y las reservas bancarias denominadas
encajes (E). Por otro lado, la suma de C y los depósitos bancarios (D), forman
la liquidez bancaria en moneda nacional.
Recurriendo a la ecuación cuantitativa del
dinero con el enfoque renta, tenemos que la oferta de dinero, M, que emite el
banco central, multiplicado por la velocidad renta del dinero, V, es igual que
el nivel general de precios, P, multiplicado por la producción agregada en
términos reales, Y. Por otro lado la
liquidez monetaria es igual a la Base Monetaria, H, multiplicada por el multiplicador
monetario, k.
Luego, la tasa de crecimiento de la base
monetaria dependerá de la inflación objetivo más la tasa de crecimiento del PBI
real menos la tasa de crecimiento del multiplicador monetario menos la tasa de
crecimiento de la velocidad renta. Por ejemplo, una tasa de crecimiento
negativa de esta última variable significa un aumento de la preferencia por la
moneda nacional y una disminución de las expectativas inflacionarias. Luego
ante esta situación, la oferta de dinero puede crecer más rápido que la
producción agregada sin que se presenten presiones inflacionarias. También, la
tasa de crecimiento positiva del multiplicador monetario significa que los
bancos están creando más obligaciones monetarias. Ante esta situación la base
monetaria deberá crecer a una menor velocidad.
En cuanto a la meta operativa, consiste en
el saldo total de las cuentas corrientes que los bancos comerciales tienen en
el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Al ser estas cuentas parte de las
reservas bancarias depositadas en el ente emisor, conforman la base monetaria
la misma que es controlada por esta institución. En tal sentido, la manera de
administrar la base monetaria es a través de las cuentas corrientes que los
bancos comerciales tienen en el ente emisor.
El sustento teórico de esta estrategia
monetaria es el monetarismo desarrollado por Irving Fisher. Si bien es cierto
que este autor al igual que Milton Friedman[6] plantearon que un banco central no debe tener
discrecionalidad monetaria y que debe
estar sujeta a reglas monetarias, el modelo monetarista, según los autores de
la economía austriaca, es defectuoso debido a la metodología que utiliza para
definir las variables agregadas y sobre todo por la ineficacia que tiene para
determinar cómo influye el exceso de dinero y de créditos en el proceso
productivo en general.
La crítica que efectúa Rothbard[7]
es que la famosa ecuación cuantitativa no es más que una identidad y que ambos
miembros dicen lo mismo y dada esta característica, no explica ningún
comportamiento. Al respecto este autor plantea:
“El supuesto de que un
intercambio presume alguna suerte de igualdad ha constituido un engaño dentro
de la teoría económica a partir de Aristóteles, y es sorprendente que Fisher,
exponente de la teoría subjetiva del valor en muchos aspectos, haya caído en la
antigua trampa…..Pero, para Fisher, la ecuación representa una igualdad de
valor entre el lado del dinero y el lado de los bienes. (página 347).
Aquí la crítica se concentra en que todo
intercambio sea de bienes al estilo trueque o usando dinero, no puede existir
igualdad entre las partes que tranzan.
Otra crítica es que las variables son
agregadas sobre todo el nivel general de precios que vendría a ser un promedio
de los precios de todos los bienes que conforman el producto bruto interno.
También Rothbard explica que la variable velocidad renta no tiene ningún
propósito y que es incoherente y que por último es un residuo que se obtiene al
dividir la producción bruta interna nominal sobre la oferta de dinero. Por
tanto es imposible medirla a nivel agregado y en adición no amerita tal
esfuerzo por no tener contenido económico sobre todo si se trata de la decisión
de individuos. Luego la teoría monetarista no nos explica cómo se forman los
precios en la economía y tan solo nos afirma que una expansión monetaria mayor
que la demanda de dinero ocasiona una inflación. Al respecto, Rothbard (2013) agrega:
Consideremos el otro lado de la ecuación E =
MV, la cantidad promedio de moneda en circulación en el periodo, multiplicada
por la velocidad promedio de circulación. V es un concepto absurdo. Aún Fisher,
en el caso de otras magnitudes, reconoció la necesidad de construir el valor
total a partir de intercambios individuales. (página 355)
Continuando con la crítica a la ecuación
cuantitativa, Huerta de Soto[8] (2011) plantea
que:
…Las anteriores consideraciones sobre los
monetaristas (carencia de una teoría del capital y uso de una concepción
macroeconómica que oculta los problemas
de verdadero interés) debe completarse con una crítica a la ecuación o relación
de intercambio, MV=PT, en la que aquéllos se basan desde que fuera propuesta
por Irving Fisher en su obra The Purchasing Power of Money. Es claro que esta
fórmula o ecuación de intercambio no es sino un simple ideograma que conlleva
en términos bastante burdos la relación que existe entre el crecimiento de la
oferta monetaria y la disminución en el poder adquisitivo del dinero. En
efecto, la supuesta fórmula, más que una ecuación, parte de recoger una
identidad o tautología que expresa que la totalidad del dinero gastado en las
transacciones que se llevan a cabo en el sistema económico durante un periodo
de tiempo ha de ser idéntica a la cantidad de dinero ingresada en dichas
transacciones durante el mismo periodo….. Mises también ha criticado como
absurdo el concepto de velocidad del dinero, que tan sólo se define como la
variable dependiente de las otras que es necesaria para mantener la identidad
de la fórmula de intercambio, y que carece de sentido económico en la medida en
que, para los agentes económicos individuales, es imposible actuar según se
indica en la citada fórmula (página 413)
Podemos agregar otra crítica al enfoque
monetarista en el sentido que no considera las diferentes etapas de la
producción y el gasto empresarial que se lleva a cabo en todas éstas. La
ecuación cuantitativa solamente considera la producción bruta interna, que
siguiendo a Hayek (1996)[9]
, Rothbard (2013) y Huerta de Soto (2011), el PBI es la producción o ingreso
neto con las cuales se les paga a los factores originarios de producción,
llámese tierra, mano de obra y tiempo (actividad empresarial). Luego, no toma
en cuenta el ahorro y la inversión bruta que se da en todas las diferentes
etapas intermedias de la producción o lo que es lo mismo, el gasto empresarial
que incluyen las inversiones y el pago de factores originarios. Todas éstas
implican pagos y gastos y por tanto uso de dinero para las diferentes
transacciones.
Al respecto Huerta de Soto (2011) agrega lo siguiente:
“También se ha propuesto
una versión de la renta nacional para la ecuación de intercambio, en la que se
considera T que es una medida real de la renta nacional (por ejemplo el
Producto Bruto Interno real) que, como se sabe, sólo incluye los bienes y
servicios de consumo y los productos finales…..Esta versión es especialmente
criticable, pues deja fuera de su cómputo a todos los productos de las etapas
intermedias de la estructura productiva y que también son objeto de intercambio
en unidades de la oferta monetaria M, restringiéndose así, a menos de la mitad,
el verdadero importe real de T sobre el que supuestamente incide MV (página
407)
Estas citas nos demuestran que el enfoque
monetarista no explica cómo influye el exceso de dinero en la elevación de los
precios o inflación en el proceso productivo dado que incluye solamente
variables muy generales o agregadas sin tener en cuenta las etapas del proceso
productivo. También no considera la expansión crediticia que es consecuencia de
la emisión de dinero y también del dinero bancario que existe debido al sistema
de reserva fraccionario[10].
* Este artículo es parte de un ensayo presentado a la Universidad Científica del Sur como material didáctico de un conversatorio llevado a cabo en el mes de diciembre 2016
Bibliografía Completa del Ensayo
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-Armas, A., Grippa, F., Quispe, Z., Valdivia, L. (2001). De metas monetarias a metas de inflación en
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(1994). What should central Banks do? What should be their macroeconomics
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1. En “Política y Estabilidad Monetaria en el Perú”. Yamada G. Winkelried
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-Rothbard, M. (2004). “El hombre, la economía y el Estado: tratado sobre principios de
economía”. Volumen II. Unión Editorial Argentina. Buenos Aires.
Sheffrin S. (1985). Expectativas racionales.
Alianza Editorial. Madrid. 1985.
[1] Una explicación de
la evolución del sistema monetario de control de los agregados monetario a un
sistema de control de la tasa de interés se puede ver en Armas, A., Grippa, F.,
Quispe, Z., Valdivia, L. (2001).
[2] BCRP
(2001).
[3] En la
literatura del Banco Central de Reserva no hay distinción entre emisión
primaria y base monetaria. El término que más se usa es el primero. Esto trae
confusión dado que en los textos de macroeconomía la emisión primaria es el
flujo de la base monetaria, considerándose este último un stock monetario
[4] Se
sigue la terminología del documento de referencia del BCRP
[5] Aquí
se simplifican las ecuaciones del documento de referencia. El símbolo de
sombrero arriba de las variables significa tasa de crecimiento porcentual.
Luego una multiplicación se convierte en suma.
[6] Friedman, M. (1976). Ver las 10 proposiciones
claves del monetarismo. Estas también se encuentran en el estudio preliminar de
Friedman (2012)
[7]
Rothbard M. (2013).
[8]
Huerta de Soto, Jesús. (2011)
[9]
Publicación original en 1931.
[10] Una excelente explicación de los problemas que acarrea a la economía
el sistema de reserva fraccionario se encuentra en Huerta de Soto (2011),
capítulo IV, El proceso bancario de expansión crediticia.
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