11 mar 2013

La depreciación esperada en la economía peruana: 2000-2012


Desde los primeros años de este siglo hemos observado que el tipo de cambio nominal ha venido disminuyendo volviéndose más intensa esta tendencia desde que se inició la  crisis financiera internacional que aún sigue afectando al mundo entero. 

Si analizamos los datos de los últimos años del siglo anterior, la situación fue diametralmente opuesta. Inclusive podríamos decir que nuestra historia económica se caracterizó porque el tipo de cambio siempre tuvo una tendencia creciente. Todos estábamos preocupados por el dólar y preguntábamos casi todos los días en cuánto había aumentado la cotización de esta moneda respecto a la nacional. Inclusive íbamos corriendo a comprar dólares cuando los rumores eran que se venía una devaluación. 

Explicar esta situación y sus respectivas causas es materia de otro artículo. Sin embargo  puedo resumir que la inflación generada por la política monetaria expansiva para cubrir gasto público fue el principal causante de que nuestra moneda se deprecie constantemente, al menos durante la década de los años setenta y ochenta, que fue, digamos, la máxima expresión de una mala  política económica.

En este artículo tenemos tres gráficos que tienen como finalidad mostrar cómo varió el tipo de cambio efectivo y el tipo de cambio esperado, del año 2000 al año 2012.  Respecto a este último, merece una breve explicación.

El Banco Central de Reserva del Perú publica periódicamente encuestas sobre los valores que esperan algunos agentes económicos respecto a la tasa de crecimiento del PBI real, a la inflación y al tipo de cambio esperado. (ver  http://www.bcrp.gob.pe/estadisticas/encuesta-de-expectativas-macroeconomicas.html). Esta institución encuesta a empresas del sector financiero, empresas no financieras y a analistas económicos. 

La lógica es la siguiente: cada fin de mes se le pregunta a las instituciones mencionadas el valor que éstas esperan que tendrá el tipo de cambio  a fines del mismo año de la encuestas y a los dos siguientes. Por ejemplo, en cada uno de los meses del año 2010 se preguntó lo siguiente: ¿cuál  es  el tipo de cambio que usted espera a fin de los años 2010, 2011 y 2012?

En la figura 1 tenemos el tipo de cambio efectivo y el tipo de cambio esperado anual. Para el efecto, en el tipo de cambio efectivo se tomó el promedio del tipo de cambio bancario de compra y venta; y en el caso del tipo de cambio esperado, se consideró el promedio de las apreciaciones de las instituciones antes mencionadas. Por ejemplo, si vemos  un dato de la figura 1, tenemos que el 28 de diciembre del año 2011 el tipo de cambio efectivo fue 3.44 nuevos soles por dólar, y el tipo de cambio que en esta fecha se esperaba a fin del año 2012 fue 3.55 nuevos soles por dólar dando una diferencia de 0.11 nuevos soles por dólar.

    FIGURA Nº 1

¿Cómo se interpreta 0.11 nuevos soles?:

“es el dinero que «espero» ganar en «nuevos soles» dentro de un año si conservo un dólar en mí billetera.”

Si dividimos esta diferencia entre el tipo de cambio efectivo obtenemos lo que se conoce en la literatura económica como la depreciación esperada. Esta es una variable muy importante para las personas dado que nos da la información si nos conviene tener activos en nuevos soles o en dólares.

En la figura anterior tenemos dos barras, una es el tipo de cambio efectivo y la otra es el tipo de cambio esperado anual. Si vemos la evolución de los datos podemos dividir en tres la figura: en la primera parte el tipo de cambio esperado era mayor que el tipo de cambio efectivo, en la segunda parte, ambos fueron prácticamente iguales, y en la tercera parte, el esperado fue menor que el efectivo lo que significó que la depreciación esperada se convirtió en una apreciación esperada. Como muestra tenemos que a fin del año pasado el tipo de cambio efectivo fue 2.56 n.s.p.d. y el esperado dentro de un año fue 2.52 n.s.p.d.

Esta situación que se viene dando desde hace varios años habría influenciado para que la dolarización de los depósitos se reduzca fuertemente toda vez que fue muy poco o casi nada rentable (en nuevos soles) tener activos en dólares.

En la figura 2 tenemos dos curvas: la primera el tipo de cambio efectivo, y la segunda, la depreciación esperada anual. Como se puede apreciar ambas curvas siguieron la misma tendencia lo que nos permite deducir que el tipo de cambio efectivo y el esperado disminuyeron conjuntamente. Esto se corrobora en la figura 3 a través de un gráfico de dispersión donde se puede apreciar que la línea que aproxima la nube de puntos tiene pendiente positiva. 

     FIGURA Nº 2


   FIGURA Nº 3

A modo de conclusión podemos decir que ambos tipos de cambio, efectivo y  esperado anual, están siguiendo la misma tendencia ocasionando que la  rentabilidad en nuevos soles de un activo en dólares sea prácticamente nula. Este es un caso en que las expectativas de los agentes económicos están coincidiendo con los datos reales volviendo en casi cero la depreciación esperada. En un próximo artículo se comparará el tipo de cambio esperado con el tipo de cambio efectivo en la misma fecha de tal manera de poder determinar qué tan cerca estuvieron las expectativas de las instituciones  encuestadas.








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